Castilla Termal es una cadena de hoteles de 4 y 5 estrellas situados en enclaves históricos. Lujo en edificios de siglos pasados completamente recuperados y restaurados para que todo esté cuidado al detalle. En esta ocasión Bekia Viajes ha tenido la oportunidad de descubrir Castilla Termal Brihuega, un hotel situado en este conocido pueblo de Guadalajara a tan solo una hora de Madrid.
Enclave de lujo para una experiencia completa
Si hay algo por lo que Castilla Termal se ha convertido en todo un referente entre los hoteles de lujo es por los edificios que se ha ocupado de restaurar para recuperarlos y ofrecerles este nuevo uso hotelero. Entre sus hoteles encontramos un antiguo convento -Castilla Termal Olmedo- o un monasterio -Castilla Termal Monasterio de Valbuena- pero en esta ocasión hablamos de Castilla Termal Brihuega, la antigua Real Fábrica de Paños del siglo XVIII.
Entrada del hotel Castilla Termal BrihuegaEste edificio recuperado por Castilla Termal fue fundado por Fernando VI en el año 1750 como sucursal de la factoría de Guadalajara y es uno de los ejemplos de arquitectura industrial del siglo XVIII en España. Su cierre definitivo tuvo lugar en el año 1936 y, tras varios años en los que estuvo prácticamente en peligro de derrumbe, se ha convertido en este espectacular hotel de cinco estrellas en lo que se conoce a día de hoy como la Provenza española.
Ya la entrada deja impresionado por su amplitud y por tener esa sensación de estar viajando al pasado al entrar al hotel. Cuenta con unas tinajas, previas a la recepción, de las que supimos que se utilizaban para teñir las telas que se realizaban en la fábrica y una fachada conservada del antiguo edificio. La planta circular le da al hotel este punto curioso y elegante que completa la experiencia a nivel enclave histórico.
El edificio es circular y se ha reformado de manera exquisitaTampoco podemos pasar por alto el jardín que rodea todo el hotel y por el que se puede pasear al aire libre con unas vistas inmejorables. Estos jardines de influencia versallesca son preciosos para pasear y descubrir cada rincón. Además, en ellos se encuentra la infinity pool, ideal para darse un baño en la época estival pero también perfecta para los más arriesgados que acudan en épocas invernales.
Habitaciones exquisitas
Castilla Termal cuenta con 78 habitaciones, todas ellas decoradas con un gusto exquisito sin perder la esencia del edificio histórico en el que están ubicadas. Todas las habitaciones tienen la más alta calidad para garantizar el confort y bienestar de todos los clientes que quieran disfrutar de unos días de desconexión y relax. Entre las habitaciones podemos encontrar las superiores, las superiores abuhardilladas -que son una delicia-, junior suites con sala de estar integrada -tienen tres triples- y, por último, una suite con una amplia sala y tocador, ideal para eventos como la preparación de la novia para una boda o la noche de bodas.
La gran suite de Castilla Termal
Habitación superior abuhardilladaCentrándonos en la Junior Suite en la que pudimos descansar, y destacando la bonita lavanda sobre la cama que nos recibió, cabe realzar lo maravilloso de sus vistas y ventanales, desde las que se puede ver el espectacular jardín versallesco que rodea el hotel, así como el pueblo de Brihuega. Te sientes en medio de la naturaleza rodeada de paz. Además, la pared de piedra le aporta ese toque rústico al lujo que tan bien combina. La habitación tiene cerca de 40m2 y cuenta con una sala de estar con su propia televisión.
La Junior Suite es una delicia, amplia y con preciosas vistasAdemás, la cama es king size y cuentan con un servicio de selección personalizada de almohada que, personalmente, me resultó de lo más curioso. También frente a la cama hay un televisor y disponen de un moderno sistema de iluminación con el que puedes regular las luces de la habitación, ya sea para ver la televisión o para irte a dormir. Todo a tu medida con un simple botón. No pasamos por alto el baño, con espectacular bañera, ducha, lavabo de dos grifos y amenities entre los que ya no encontraremos ni rastro de plástico.
'La Redonda': Gastronomía típica con un toque moderno
La emblemática cúpula del edificio del que estamos hablando acoge 'La Redonda', el área gastronómica de Castilla Termal Brihuega. Su carta alberga los platos más típicos de Castilla La Mancha, pues apuestan por la raíz pero dándole un toque moderno irresistible. Los platos se realizan con productos de temporada y de proximidad, pues Brihuega tiene un importante papel en este lugar.
Área gastronómica La RedondaTuvimos la oportunidad de probar diversos platos de 'La Redonda' como el asadillo manchego al que le añadieron sardina ahumada, un plato muy refrescante y con gran sabor. Las chuletillas de cabrito a la teja son uno de sus platos estrella, servidas en una teja espectacular junto a patatas y pimientos del piquillo. Es, sin duda, un must si visitas el hotel. La espuma de gachas manchegas también es un imperdible de 'La Redonda', pues le han dado esa vuelta a las gachas dándole ese toque de espuma. Deliciosas.
Chuletillas de cabrito y espuma de gachas manchegasTambién probamos el bacalao con pisto manchego, perfectamente elaborado y muy sabroso. En postres tampoco se quedan atrás, pues pudimos probar el borrachito alcarreño, riquísimo y esponjoso, así como la tarta de queso, con un sabor a queso intenso de la zona que quitaba el sentido. Todo esto viene acompañado por vinos de la más alta calidad, pues además tienen su propio vino, Converso. Pequeña mención también al desayuno, cuidado al detalle, con una variedad pocas veces vista y con alimentos de la más alta calidad.
Relájate y disfruta en su zona wellness
Por último pero no menos importante, uno de los puntos fuertes de Castilla Termal es su experiencia wellness. Los clientes del hotel cuentan con una experiencia en el spa, donde podrán relajarse y disfrutar de las distintas experiencias que proporciona el circuito de la piscina. La zona termal es de lo más amplia, con chorros de diferentes intensidades y distintos tipos de jacuzzi.
El spa cuenta con diversas opcionesAdemás, tienen un jacuzzi exterior, una experiencia que recomiendo cien por cien, pues aunque sea invierno rápido entras en el agua de nuevo, ya que accedes desde la propia zona del spa, y vives ese contraste frío-calor tan bueno, sumándole los olores a chimenea tan propios de un pueblo. Tiene gran cantidad de tumbonas y te proporcionan gorro y toalla, así como tener a tu disposición de una amplia variedad de tés y agua para un mayor descanso.
Tratamientos variados
La zona wellness tiene 11 cabinas para realizar diversos tratamientos entre los que encontraremos exfoliaciones y envolturas de diferentes tipos, adaptándose a las necesidades de cada persona. Además, cuentan con cuatro tipos diferentes de masaje y nosotros tuvimos la oportunidad de disfrutar del masaje '1750', un masaje inspirado en la Real Fábrica de Paños, en el que se realizan estiramientos ayudados por telas, todo ello acompañado de una aromaterapia exquisita.
En esta sala previa a los tratamientos relajantes puedes esperar tranquilamente
Cabina de masaje para dos personasLa experiencia es absolutamente recomendable, pues la relajación que se alcanza es máxima. La profesionalidad de las personas que realizan los masajes es intachable, siempre con la máxima amabilidad y cuidado a la hora de llevar a cabo los tratamientos. Todo lo que rodea al tratamiento está perfectamente cuidado para que el bienestar del cliente sea lo más importante en esos momentos. Puntualizar también que el hotel cuenta con su propia línea de cosmética corporal en la que están trabajando al máximo durante esta etapa de crecimiento de Castilla Termal.
Experiencias corporales más extensas
Castilla Termal Brihuega también ofrece unas experiencias más extensas en lo que a la zona wellness se refiere, como es el caso de 'Belleza en pareja', para realizar los tratamientos en pareja durante la escapada romántica o 'Ritual de la seda', donde disfrutarás de bañera de hidromasaje, exfoliación corporal, envoltura corporal y masaje la seda durante 2 horas y media. Además, también hay experiencias de lavanda o inspiradas en La Alcarria.
Celebra aquí tu día más especial
Castilla Termal Brihuega también es un lugar ideal para grandes celebraciones, festejos familiares, bien sean bodas, bautizos o comuniones, o eventos de empresa. El hotel dispone de una sala llamada Salón de eventos Las Hilanderas, también con mucho encanto, con paredes de piedra vista, que se puede adecuar a las necesidades de cada evento. Bien sea colocar diferentes mesas circulares, como es el ejemplo de la fotografía, mesas largas o el espacio amplio para hacer un cóctel.
Salón Las Hilanderas, ideal para todo tipo de eventosSin duda, es una sala de lo más práctica para todo tipo de eventos, pues en nuestra visita al hotel realizamos un taller de coronas de navidad en dicha sala y también fue de lo más adecuada para ello. Castilla Termal es un emplazamiento ideal para todo tipo de eventos, no solo por la comodidad y la delicadeza de cada estancia, sino por la belleza del edificio en sí mismo y la atención exquisita de todo su personal.
Experiencias de la mano de Castilla Termal
Si hay algo que tiene Castilla Termal es que aporta al cliente una experiencia que va más allá de una habitación y una cena. Aparte de lo exquisita que es su zona wellness, así como 'La Redonda', Castilla Termal Brihuega ofrece una serie de experiencias que el cliente puede contratar para hacer que su experiencia sea absolutamente redonda. Entre esas experiencias se encuentra la de visitar los campos de lavanda de la mano del hotel.
Vivir la experiencia de la lavanda en Brihuega es un must de este hotelDesde Castilla Termal preparan un bonito picnic y acotan una zona de los campos de lavanda para que los clientes que hayan contratado esta experiencia puedan disfrutar del campo con absoluta tranquilidad, algo tan deseado en una época en la que los campos de lavanda suelen estar repletos. Sin duda, es una de las experiencias más bonitas que el hotel ofrece en fechas estivales.
Con todo este repaso a Castilla Termal Brihuega las conclusiones que sacamos son muy claras, se trata de un hotel de lujo elegante, nada ostentoso, un lujo agradable de ver, en un edificio restaurado del siglo XVIII que le da ese aire histórico que completa la experiencia y en el que el relax y el bienestar del cliente están asegurados con su zona wellness, su exquisito jardín y su gastronomía deliciosa. Una visita obligada. Cien por cien recomendado.
