Es en el condado rumano de Ilfov donde se encuentra un pueblo llamado Mogosoaia con cerca de 5.000 habitantes. Y es gracias al palacio que hay ubicado en sus tierras por lo que se ha convertido en un lugar turístico muy visitado, ya que no está muy lejos de Bucarest, la capital de Rumanía. En este lugar se puede disfrutar de la naturaleza, el arte y una gran historia entre sus paredes. Su valor arquitectónico es muy importante y más de dónde nace su construcción. Además, está a orillas de un lago que lleva el mismo nombre, por lo que es una manera perfecta de conocer más de la zona en todos los sentidos.
Un detalle interesante sobre el nombre del palacio es que lo toma del nombre de la viuda del noble Mogos, hombre dueño de las tierras donde se construyó el palacio. Mogos, dentro de la aristocracia, poseía el alto título de Boyar.
Historia del Palacio Mogosoaia
La historia de esta construcción se remonta a finales del siglo XVII, cuando Constantin Brancoveanu compró unas tierras en esa zona y construyó en cuatro años, es decir, de 1698 a 1702, este palacio que es toda una referencia en la zona. En cuanto a quién era este señor, Brancoveanu fue Príncipe en Valaquia durante un periodo difícil para Rumania debido a la presión proveniente de Rusia, Turquía, y el imperio Austro-Húngaro.
En medio de esto se estableció como Diplomático y realizó la labor de mecenazgo o patrocinio artístico de la época. Por eso consiguió ser una figura muy distinguida en el arte y la arquitectura al construir edificios en los que se unían varios estilos y se terminaba por crear uno nuevo y propio. De esta manera nació la corriente Brancovenesc, que es el resultado de unir el estilo renacentista con el barroco y otomano, sin olvidar la influencia que también tuvo el estilo veneciano en las construcciones en las que él pudo influir.
El Palacio Mogosoaia se convirtió durante un tiempo en la residencia de verano del Príncipe Brâncoveanu, y luego pasó a ser posesión de las siguientes familias aristócratas: los Cantacuzino y los Bibescu. Pero este palacio no se libró de los enfrentamientos bélicos de la zona, puesto que a mitad del siglo XVIII sufrió la guerra ruso-turca, luego durante la Gran Guerra sufrió por los bombardeos de Alemania, después por la Segunda Guerra Mundial y el inicio del régimen comunista en Rumania el palacio se nacionalizó. Para 1920 en adelante George Bibescu y, sobre todo, Martha Bibescu reconstruyen y restauran el Palacio Mogosoaia y crean un espacio en donde la alta sociedad y personajes político importantes fueran rumanos o hasta extranjeros se reuniesen.
El Palacio en la actualidad
El Palacio Mogosoaia tiene un nuevo rol en la sociedad rumana que ha ido adquiriendo con el paso del tiempo, ya no es residencia oficial de la familia aristócrata, pero sí rememora esos días de gloria real, ya que funciona como museo y como centro cultural en el que se puede disfrutar de distintas exposiciones que van cambiando con el paso del tiempo.
En él se muestra el arte Brancovenesc, y cuenta con 10 salas con exposiciones, es por eso que dentro de sus paredes tienen lugar eventos y reuniones muy variadas de índole cultural. En el Palacio Mogosoaia se puede disfrutar de los jardines que hacen que sea más impresionante, cuyo estilo inglés viene de los años 20 del siglo XX. También se puede visitar el cementerio donde yacen los últimos propietarios del palacio que eran de la realeza, o entrar en la iglesia para ver el retrato de la familia Brancoveanu.
Cómo llegar
Para llegar a Mogosoaia desde Bucarest se puede hacer de varias maneras, aunque la más cómoda siempre será a través de una excursión privada, sin embargo, también se puede llegar con transporte público.
En transporte público
El autobús 460, aunque no es la opción más rápida, si es la opción ideal para llegar a Mogosoaia. Sale desde el terminal Laromet, ubicado en la zona noroccidental de la ciudad y enlaza a Bucarest con Mogosoaia y Buftea.
De lunes a viernes tiene salidas cada 15 a 20 minutos, mientras que el fin de semana se demora un poco más en salir, como unos 45 a 50 minutos. Si específicamente quieres visitar el Palacio de Mogosoaia bájate en la parada número 9.
Otra forma de llegar a Mogosoaia desde Bucarest es usando el minibús que va hacia Buftea y que pasa por Mogosoaia, este minibús lo tomas en Bucarest en la estación de Gara de Nord. El Palacio Mogosoaia se encuentra a unos 600 m de la vía principal donde hacen la parada el autobús y el minibús, así que desde allí llegas caminando al palacio.
Visita guiada y alquiler de coche
También hay excursiones con guías turísticas que te pasea por Mogosoaia y te llevan al palacio, el plus con esta opción es que puedes sacarle mucho provecho a las visitas guiadas y a los datos que te aportan que enriquecen tu experiencia como turista.
Y si lo tuyo es la comodidad por encima de todo, puedes alquilar un coche para conseguir llegar allí por tus propios medios si pretendes hacer una ruta más larga e ir a otros lugares cercanos, sin embargo, será sin ningún lugar a dudas la opción más cara.
Información práctica sobre el Palacio Mogosoaia
Lo mejor de este sitio es que tan solo se tardan unos 40 minutos desde Bucarest, por lo que es una perfecta excursión para pasar el día fuera.
- Horarios: Abierto todos los días de 10h a 16h.
- Entrada: 2€/persona.