Pocos lugares hay en el mundo que tengan la riqueza cultural de España. Griegos, romanos, visigodos o árabes son algunas de las civilizaciones que han pasado por la geografía ibérica, dejando su huella en forma de monumentos que han llegado hasta nuestros días. Sin duda, el más importante de todos es la Alhambra de Granada, que se corona prácticamente cada año como el más visitado de España. Ejerciendo de símbolo y estandarte del turismo español a nivel internacional, pocos lugares hay en el mundo que enamoren tanto como esta ciudad palatina milenaria cuya esencia ha sobrevivido al paso del tiempo y que está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Vista aérea de Granada con La Alhambra iluminadaRezan unos versos del poeta Francisco de Icaza que " dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada ". No estaba mal desencaminado este escritor maxicano con sus palabras, porque al menos una vez en la vida hay que visitar este maravilloso conjunto palaciego heredado de Al-Ándalus cuyos tonos rojizos y dorados contrastan con los colores fríos de las cimas de Sierra Nevada, que se presenta majestuosa como telón de fondo. Numerosos edificios dan forma a este imponente complejo en el que se encuentran palacios, jardines, patios o miradores y que durante siglos fueron el perfecto retiro de los monarcas que gobernaron el último reducto musulmán de la Península Ibérica, el Reino de Granada. Hoy en día, los turistas son los dueños y señores del lugar, aunque el entorno se ha mantenido prácticamente intacto, por lo que con su visita parecerá que te traslades a otra época totalmente diferente a la actual.
Qué ver en la Alhambra de Granada
Cuenta la leyenda que Isabel La Católica contemplaba a lo lejos la Alhambra enamorándose hasta tal punto de los bellos palacios nazaríes que sobresalían en la colina de Granada que quiso conquistar la ciudad pero sin echar abajo ni una sola piedra de la misma. A nadie le extraña la orden que la reina dio a sus soldados, puesto que cuando te introduces en el recinto las expectativas quedan totalmente superadas. Una vez cruzas la puerta de entrada, comienza un apasionante paseo entre jardines y pequeños riachuelos de agua que te guían hasta los principales monumentos del complejo. Para muchos pasa desapercibido en ese transcurso el Monasterio de San Francisco de la Alhambra, el primero que los Reyes Católicos ordenaron construir en la reciente conquistada Granada cristiana y que actualmente es un Parador Nacional de Turismo, un hotel desde el que descubrir la magia de la Alhambra desde su mismo corazón.
Los jardínes de La AlhambraSorprende a muchos encontrar dentro de la Alhambra edificios católicos, pero el choque cultural forma parte también de la grandeza de este lugar, ya que los Reyes Católicos y sus sucesivos sucesores también quisieron dejar en este lugar su impronta. Para ello, sobre la antigua mezquita real del recinto se ordenó construir la Iglesia de Santa María de la Alhambra, donde se da culto a la Virgen de Las Angustias, la patrona de la ciudad y cuya devoción impuso Isabel La Católica. El siguiente edificio con el que se encuentran los visitantes, que parecen desorientarse porque recuerda a las fachadas de los grandes palacios de las ciudades italianas, es el Palacio del Emperador Carlos V. Se trata de un edificio de planta cuadrada organizado en torno a un impresionante patio circular central que es una de las grandes muestras del Renacimiento en el sur de España, siendo hoy en día sede del Museo de Bellas Artes de Granada y del Museo de la Alhambra.
Una vez que has pasado por estos tres lugares comienza el viaje al verdadero pasado andalusí de la Alhambra, empezando por sus raíces más primitivas, localizadas en la Alcazaba. Se trata de la antigua fortaleza con la que se defendía el complejo palatino y en cuyo recinto todavía se puede contemplar los restos de un antiguo barrio. Caminando por los muros de este rincón en el que se respira todavía el ambiente bélico llegarás hasta la Torre de la Vela, otro de los símbolos con los que se intentó cristianizar la Alhambra nada más conquistar la ciudad construyéndola y colocando en ella una campana, contemplando desde aquí una estupenda panorámica de la vega granadina.
Una vez se abandona la Alcazaba los pasos de los turistas continúan hacia los palacios nazaríes. Cuando te introduces en ellos entiendes el sentido que encerraban las palabras que la Sultana Aixa dedicó a su hijo Boabdil, último emir de Granada, el 2 de enero de 1492 cuando entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos: " llorad, llorad como una mujer lo que no supisteis defender como un hombre ". La familia real granadina dejaba atrás el auténtico paraíso en la Tierra. Las estancias de los palacios destacan por el tono dorado de las paredes y techumbres, labradas siglos atrás y decoradas con motivos islámicos que constituyen una de las mejores representaciones del arte andalusí de la península, y contrastan con el blanco puro de los suelos de mármol.
El conocido Patio de los LeonesEl Patio de los Leones es uno de los rincones preferidos de los turistas, símbolo de este conjunto monumental que ha servido, incluso, de escenario de rodaje de algunas series de televisión. Tampoco puedes irte sin deleitarte con la tranquilidad del Patio de los Arrayanes, cuyo estante central rodeado de arbustos hace que la Torre de Comares del fondo se vea por partida doble. Otras estancias como el Peinador de la Reina, construido en el siglo XVI como aposentos de la Emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, también resultan muy interesantes, siendo una habitación en la que el estilo islámico se entremezcló con el Renacimiento del momento, aunque lo más destacado son, sin duda, las estupendas vistas que se contemplan desde su balconada al Barrio del Albaicín.
El Generalife
Formando parte del recinto de la ciudad palatina se encuentra El Generalife, al que se llega después de pasear durante un buen y placentero rato entre los jardines que rodean a los palacios nazaríes. Se trata de una mansión o villa rústica en las que los emires se retiraban para descansar rodeados de la armonía que les brindaba la naturaleza a través de los aromas y perfumes que las distintas especies vegetales que decoran sus alrededores. El Patio de la Acequia organizaba la vida de sus moradores, siendo el punto más fotografiado del edificio. El Generalife cuenta también con la declaración de Patrimonio de la Humanidad junto a la Alhambra y es el final de la visita del conjunto monumental granadino, aunque cuando se sale de él todavía quedan secretos por descubrir, como la Escalera del Agua, un pequeño riachuelo que te guía por las sendas ajardinadas que rodean el edificio, o un teatro dispuesto en la huerta del Generalife que cobra vida cada verano.
La senda ajardinada del GeneralifeMiradores para contemplar la Alhambra
Muchos turistas se preguntan desde dónde ver la Alhambra para contemplarla en toda su magnitud tal y como aparece retratada en muchas postales que vemos en tiendas de souvenirs. Existen varios miradores en Granada para ver a lo lejos este magnífico monumento, como así es el Mirador de San Nicolás. Es el más famoso de todos, por lo que te encontrarás siempre con buena afluencia de público. Se encuentra en el corazón del Barrio del Albaicín y desde él se observa la panorámica más completa de la Alhambra con Sierra Nevada de fondo. Lo mejor es acudir a última hora de la tarde para ver caer el sol, siendo el momento amenizado con los cánticos de los gentes del lugar que se reúnen allí para dar rienda suelta a su arte. Subiendo un poco más llegarás al Mirador de San Cristóbal, donde la panorámica es más elevada y permite ver la Alhambra desde un punto lateral. Por último, en el Sacromonte muchos turistas se acercan también al Mirador de San Miguel, más desconocido pero con unas vistas increíbles a la ciudad.
El Mirador de San NicolásPlanifica la visita a la Alhambra
La mejor época del año para visitar la Alhambra es la primavera, cuando hay más horas de luz que en meses anteriores y el frío ha abandona a la ciudad, ya que no hay que olvidar que el inverno en Granada es duro dada la cercanía a Sierra Nevada. Además, los jardines se encuentran en su máximo apogeo por haber comenzado a florecer sus plantas y no hace el calor asfixiante de los meses de verano, que a veces resulta insoportable. Otra de las preguntas más usuales entre los turistas es dónde comprar las entradas para la Alhambra, que se pueden reservar en la página web oficial del Patronato de la Alhambra, siendo la general 14€ e incluyendo los palacios nazaríes, los jardines, la Alcazaba y el Generalife. Existe también la oportunidad de coger otros paquetes como la Dobla de Oro, que supone 20€ y te amplia la visita a algunos palacetes del Albaicín, o las visitas nocturnas a los palacios nazaríes o los jardines, que se encuentran entre los 7-8€ dependiendo de las partes que se quieran visitar. Es importante comprarlas con antelación si no quieres llegar y quedarte sin hueco en los pases o encontrarte con largas colas en la taquilla.
