Una de las imágenes más repetidas que nos encontramos cuando nos sentamos a disfrutar de una película americana es la presencia de una pequeña Biblia depositada en algún lugar de la habitación de hotel a la que acuden los protagonistas. Quizás no te hayas dado cuenta o simplemente pienses que es cosa tan solo de esa película, incluso forma parte del relato. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya esta es una práctica muy común, por no decir obligatoria, en la mayor parte de albergues y hoteles de Estados Unidos.
Se trata de una iniciativa a la que en los últimos tiempos se han sumado otros países en los que predomina la religión protestante y que data de antiguo, concretamente de finales del siglo XIX y principios del XX. De manera que, si tienes previsto viajar a algunos de estos territorios, quizás te convenga saber no solo el por qué, sino también el origen de una práctica tan agradecida y a la vez criticada por muchos.
¿Cuál es el origen de esta tradición?
Como ya hemos mencionado, la presencia de biblias en una habitación de hotel es una tradición a la que se lleva recurriendo durante todo el siglo XX. Sus pioneros fueron dos estadounidenses llamados Nickolson y Hill que en 1898 se vieron obligados a compartir habitación en el transcurso de sus respectivos viajes como comerciantes. Lo que no se esperaban era compartir la misma pasión por las Sagradas Escrituras y, con el objetivo de buscar más adeptos entre el resto de comerciantes de Wisconsin, convocaron allí una pequeña reunión a la que tan solo estaban invitados aquellos miembros del gremio que fueran cristianos.
Desafortunadamente solo aparecieron ellos dos y el que inmediatamente se convertiría en el tercer pionero, William Knights. Desde aquel momento, los tres hombres coincidieron en que, si bien por motivos de trabajo, numerosas personas se veían obligadas a pasar muchas noches fuera de su hogar en un ambiente solitario y, en muchas ocasiones, en un hotel austero y poco acogedor, qué menos que contar con una compañía espiritual. Y es así como los tres hombres fundaron su empresa a la que denominaron Gideon. Lo cierto es que el nombre, cuanto menos peculiar, tampoco responde a la casualidad, ya que hace referencia a uno de los pasajes de la Biblia que alude a cómo un hombre llamado Gideon fue capaz de enfrentarse a un numeroso grupo y vencerlos "gracias a la ayuda de Dios".
De manera que, en 1908, nació 'The Bible Project' tras proponerlo uno de los componentes de la empresa. Se trata de un proyecto destinado a extender las Sagradas Escrituras en los diferentes ámbitos de la sociedad, siendo los hoteles uno de los centros neurálgicos al respecto por la gran cantidad de gente que reúne entre sus paredes a lo largo de tan solo una semana.
¿Cómo funciona?
En sus inicios, uno de los miembros de Gideon concertaba una reunión con cada uno de los dueños de aquellos hoteles que fueran a abrir inmediatamente sus puertas por primera vez y, en ella, les otorgaba los ejemplares de biblias suficientes como para que los dejaran en cada habitación del complejo. Hoy día la mecánica de funcionamiento es muy similar, aunque lo cierto es que recientemente son muchos los hoteles que, si bien continúan con la tradición, lo hacen mediante soporte digital.
En este sentido, lo que hacen es colocar una tablet o un ebook con la Biblia en las habitaciones por dos motivos: por un lado, para adaptarse a los nuevos tiempos y reducir el gasto de papel y su impacto en el Medio Ambiente, así como para evitar el robo de los ejemplares que desde que empezara esta iniciativa habían sido muy numerosos.
No obstante, quizás una de las dudas más comunes al respecto es ¿cómo se financia o quién paga esas biblias que aparecen en tu habitación cuando llegas a un hotel? Pues según Gideon, su compañía solo funciona a través de donaciones. Es decir, que gracias al dinero que reciben voluntariamente de sus más fieles seguidores pueden seguir desarrollando esta tradición que ya cuenta con más de un siglo de antigüedad.
A favor y en contra
Además, si bien encontrar una Biblia en la habitación es más común, lo cierto es que también existen hoteles que indican en el interior de la habitación mediante una pegatina la dirección a La Meca, para que así los huéspedes que practiquen el islam puedan también rezar o si no es este el caso, sí incluyen una copia del Corán. Ahora bien, los tiempos cambian y la adherencia religiosa que había hace unas décadas no es la misma que existe hoy en día. Por ello son cada vez más los sectores críticos con iniciativas de este tipo como por ejemplo la Asociación Contra la Propaganda Religiosa, una organización muy activa en Estados Unidos que incluso ha interpuesto denuncias y ha conseguido paralizar la inclusión de varias biblias en ciertos hoteles del país.