Cuna histórica de Castilla, la ciudad de Burgos es una de las más monumentales a la par que pintorescas de la submeseta norte. La catedral gótica declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y el Museo de la Evolución Humana creado en torno al cercano yacimiento de Atapuerca son sus principales reclamos turísticos, aunque cuenta con otros muchos más atractivos que merece la pena conocer y visitar. Al igual que otras ciudades de la comunidad autónoma, no es excesivamente grande, por lo que se puede visitar tanto la ciudad como sus alrededores sin ningún tipo de problema en un fin de semana.
Además, Burgos es parada también obligada para los amantes del buen comer, con su famosa morcilla como símbolo culinario de la región o sus vinos de Ribera de Duero o la Denominación de Origen Arlanza. ¿Quieres conocer más secretos de esta urbe castellana? Te contamos a continuación en Bekia Viajes todo lo que tienes que ver y hacer en Burgos durante una visita de fin de semana.
Cuándo visitar Burgos
Decían los cronistas de la Corte de los Reyes Católicos que la Reina Isabel La Católica preferían pasar los veranos en Sevilla y los inviernos en Burgos. Muchos dudan de la veracidad de esta creencia que ha llegado hasta nuestros días porque lo cierto es que el invierno burgalés se caracteriza por temperaturas extramadamente bajas, siendo muy usual ver la panorámica de la ciudad cubierta de nieve durante los meses de diciembre a febrero. Por tanto, si no eres un amante del frío, lo mejor es que reserves la escapada para primavera y verano, cuando las temperaturas son suaves y cálidas, perfectas para una jornada de turismo por la ciudad. Sin embargo, nadie puede negar la magia que desprende Burgos con la nieve sobre sus tejados y las torres y agujas de su catedral, enamorando a todo viajero que la contempla.
Los imprescindibles de Burgos
Cuando ordenamos la lista de los monumentos más importantes de Burgos, el primero de todos es la Catedral de Santa María. Se trata del templo gótico más importante de España y una de las primeras representaciones de este estilo artístico de todo el país, siendo, además, la única catedral española que cuenta con el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por cuenta propia, sin estar ligado al de una ciudad al completo como puede ser el caso de Segovia. Sólo por este motivo ya merece la pena acercarse a Burgos para conocerla. Su construcción se inició a comienzos del siglo XIII, sustituyendo a un anterior templo de estilo románico del siglo XI, y presenta una clara inspiración francesa y flamígera, esta última presente principalmente en las aguas que remetan sus torre-campanarios.
El interior de la Catedral de Santa María deja asombrado a todo el que accede gracias a la majestuosidad de su arquitectura, destacando especialmente la Capilla del Condestable situada en la girola, en la cual se puede contemplar la hermosa bóveda estrellada de su estructura y joyas artísticas de Gil de Siloé o el italiano Giampietrino. Del mismo modo, en la catedral de Burgos se encuentra la tumba de Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como El Cid Campeador, localizada en el crucero y señalada por un cordón rojo que la custodia, ya que se trata de una sencilla lápida baja con su nombre grabado en latín. Para visitar el interior de la catedral de Burgos y descubrir estos y más secretos, hay que adquirir una entrada, cuyo coste abarca de 4,50€ a 7€, aunque los martes por la tarde la entrada es gratuita.
Después de salir de la catedral, el paseo se dirige hacia el Museo de la Evolución Humana. Para llegar hasta él, hay que dirigirse hacia el Arco de Santa María, otro de los monumentos emblemáticos de la ciudad. Se trata de una de las antiguas puertas de la muralla burgalesa y fue construido entre los siglos XIV-XV, teniendo forma de retablo labrado en piedra. En su interior se desarrollan actualmente exposiciones y hay que destacar que, por su valor artístico e histórico, está declarado Bien de Interés Cultural. Delante del arco se encuentra el río Arlanzón que atraviesa Burgos, cruzándolo a través del Puente de Santa María para encaminar la calle que te lleva hasta el museo.
La visita al Museo de la Evolución Humana es realmente interesante, ya seas un amante de la antropología o no. En una de sus áreas se encuentra una reproducción de la Sima de los Huesos de la Sierra de Atapuerca, declarada Patrimonio de la Humanidad por encontrarse en ella los restos más antiguos de los primeros homínidos de la Península Ibérica y ubicada a 20 kilómetros de la capital provincial. Además, desde la entrada del museo se contempla una bonita panorámica de Burgos, además que se trata de un edificio acristalado que atrapa la belleza de esta urbe castellana con su reflejo.
El top tres de monumentos más importantes de Burgos se cierra con el Real Monasterio de Las Huelgas. Fue fundado en el siglo XII por Alfonso VIII y la Reina Leonor, convirtiéndose en el monasterio femenino cisterciense más importante de España. Su arquitectura refleja la transición de los estilos artísticos de la época, pudiendo contemplar el mudéjar primitivo en la Capilla de la Asunción, un maravilloso claustro románico donde respirar paz y armonía y el portentoso a la par que sobrio gótico del complejo monacal. Las Huelgas, que pertenecen a la Red de Patrimonio Nacional, es también Panteón Real de los reyes fundadores y sus descendientes, lo que demuestra el poder e influencia que tuvo en su tiempo.
Otros monumentos de Burgos que no debes perderte
Junto a los atractivos culturales anteriormente mencionados, en Burgos tampoco hay que perderse otros rincones igualmente interesantes. En el Cerro de San Miguel se localiza el castillo de la ciudad, los restos de la imponente fortaleza y alcázar que en su día fue y de la que tan solo se conserva una parte. Ubicado en una zona verde privilegiada, subir hasta él puede resultar cansado porque es cuesta arriba, pero merece la pena por la hermosa vista que se contempla de la ciudad desde él, la famosa panorámica que en tantas postales se ve de la catedral y sus agujas despuntando entre las casas burgalesas.
Del mismo modo, todo el que pasea por Burgos tiene que hacerlo también por el Paseo del Espolón, la principal avenida de la ciudad. Se trata de un paseo arbolado que conecta el Teatro Principal con el Arco de Santa María, encontrando a su alrededor multitud de coquetos edificios que le dan un aire muy pintoresco. Por otra parte, durante los meses de buen tiempo también hay que acercarse hasta el Parque Isla, situado cerca de la vega del río Arlanzón. En él se entremezcla naturaleza con cultura, ya que se pueden observar numerosas piezas artísticas como la portada románica de la iglesia de Cerezo de Río Tirón, los Arcos de Castilfalé o la fuente del claustro del Monasterio de San Pedro de Arlanza.
Para terminar de conocer el devenir cultural de Burgos y su región, los turistas no dejan pasar la oportunidad de conocer el Museo de Burgos, situado en los palacetes renacentistas de Íñigo Ángulo, Miranda y Melgosa, construidos en el siglo XVI y obras maestras de la arquitectura de la época en toda la ciudad. En este espacio museístico se pueden contemplar, entre otros, la Urna de Santo Domingo de Silos, la joya por excelencia de la orfebrería románica europea que data del siglo XII y su acabado es realmente espectacular por la minuciosidad con la que fue realizada, presentando un excelente grado de conservación.
Qué ver cerca de Burgos: la Cartuja de Miraflores
A tres kilómetros del centro de Burgos se encuentra la Cartuja de Miraflores, el perfecto complemento para tu visita a la ciudad. Se trata de una maravilla de estilo gótico tardío, con claras referencias a la variante isabelina propia únicamente de España. Este monasterio fue fundado en el siglo XV por Juan II de Castilla sobre los restos de un antiguo palacio-alcázar. Sin embargo, las obras se paralizaron durante el reinado de Enrique IV El Impotente, siendo su hermana Isabel La Católica la que emprendería su finalización. De hecho, la reina utilizó el templo como panteón personal para su familia directa, ya que en la iglesia se encuentran enterrados sus padres, Isabel de Portugal y Juan II de Castilla, y su hermano pequeño, Alfonso de Castilla. Los sepulcros están realizados en alabastro y son tres joyas de la escultura gótica realizas por Gil de Siloé.
La Cartuja de Miraflores, además de contar un alto valor artístico por el edifico en el que se encuentra, desataca también por el tesoro artístico que ha custodiado y todavía conserva desde hace siglos. En las capillas laterales se puede observar toda una exposición permanente de exquisitos cuadros, destacando "La Anunciación" de Pedro Berruguete. Sin embargo, el devenir de los tiempos no ha impedido que la cartuja haya perdido parte de su tesoro, destacando que el famoso "Tríptico de Miraflores" se encuentra actualmente en la Gemäldegalerie de Berlín después de que saliera de España durante las guerras napoleónicas. Para visitar la Cartuja de Miraflores no es necesario pagar entrada y se puede acceder libremente a ella.