Uno de los destinos que más de moda se han puesto entre los turistas en los últimos años es Rusia. El país más grande del mundo forma parte de dos continentes al mismo tiempo, Europa y Asia, estando su geografía repleta de tesoros, secretos y contrastes. Su capital, Moscú, es también la ciudad más poblada de todo el inmenso estado ruso y uno de los puntos turísticos por el que pasan prácticamente todos los visitantes que se acercan hasta Rusia. La Plaza Roja, la Catedral de San Basilio o el conjunto de Kremlin son algunos de los atractivos culturales más concurridos y por los que pasan todos los turistas que se acercan hasta Moscú. Sin embargo, para poder disfrutarlos al máximo, es importante conocer cómo es el clima de la capital rusa, para preparar también la maleta de la mejor forma posible dependiendo de la época del año en que se viaje y tener espacio para traer algún recuerdo a la vuelta.
Debido a la impresionante dimensión geográfica de Rusia, el país cuenta con diversos tipos de clima según la zona en la que nos ubiquemos. Para el caso de Moscú, una de las peculiaridades más llamativas de la climatología de la capital rusa es que cuenta con cinco estaciones a lo largo de todo el año, como así son primavera, verano, otoño, invierno e invierno ruso. Estas dos últimas son especialmente intensas, por lo que, a no ser que se busque la foto perfecta de la Plaza Roja nevada, no son los momentos más recomendables para planear una escapada, ya que pocos son los turistas que soportan las bajas temperaturas que soporta la ciudad durante los meses de diciembre a febrero.
En los meses de invierno, Moscú tiene temperaturas muy bajasCómo es el tiempo en Moscú
En Moscú viven un clima continental húmedo, en el que los inviernos son muy largos, fríos e intensos, y los veranos algo más secos y cálidos, con temperaturas que serían como las primaverales en otras zonas de Europa. La capital rusa presenta una temperatura media anual que ronda los 7ºC, mientras que hace unas décadas se situaba en torno a los 5ºC. Este aumento se debe a los estragos del cambio climático, que provocan alteraciones en la climatología de las ciudades de todo el planeta y tienen consecuencias desastrosas para todo el medio.
Por otra parte, la precipitación media anual en Moscú se sitúa alrededor de los 700 mm, siendo el comienzo de la primavera el momento más seco de todo el año. Cabe destacar como otra de las características de la climatología de la capital rusa la enorme variación de temperaturas que se produce entre el invierno y el verano, pudiendo llegar a vivir una diferencia de hasta 50 grados, al pasar de los -20ºC que se pueden alcanzar en algunos días de diciembre o enero, a los 30ºC de los días más calurosos de julio o agosto.
La precipitación media anual suele recoger unos 700 mlCuál es la mejor época del año para ir a Moscú
Aunque todo depende de las preferencias personales de cada persona, las peculiaridades del clima de Moscú llevan a muchos turistas a decantarse por visita la capital de Rusia durante los meses más cálidos, sobre todo si el destino de origen no está acostumbrado a las bajas temperaturas que se dan durante los meses invernales.
La mejor época del año para visitar Moscú es junio, julio o agosto, es decir, durante el verano ruso. Los motivos que llevan a los visitantes a decantarse por estos meses no se deben solamente a que los días sean más largos o los monumentos abran un mayor número de horas, sino a que la temperatura media se sitúa en torno a los 19ºC, destacando que en julio se producen precipitaciones abundantes que provocan que el ambiente se refresque, situándose el mercurio en mínimas de 14ºC.
Los meses de verano son los más idóneos para visitar Moscú
El otoño en Moscú suele ser muy cortoQué no debes olvidar meter en la maleta de Moscú
Es muy importante estudiar el tiempo de Moscú porque, como habrás comprobado, cambia muchísimo dependiendo de la época del año que escojas para viajar. En el caso de que seas uno de los valientes que quieren contemplar la belleza del invierno ruso, no puedes olvidar el anorak de plumas, las botas de ski y los pantalones térmicos. Los guantes y la bufanda son fundamentales, al igual que ir provisto de varias capas que después te puedas quitar al entrar en un monumento, en los que suele haber calefacción.
Imprescindible llevar una anorak de plumas si vas a Moscú
