Un atardecer en los canales de Brujas, un paseo en góndola por los de Venecia, una noche por las calles parisinas a la luz de la luna, una visita a la casa de Julieta en Verona o un beso robado en el Mirador de San Nicolás de Granada son algunos planes para San Valentín con los que sorprender y enamorar todavía más a tu pareja. Sin embargo, hay muchos más destinos repartidos por todo el continente europeo en los que poder disfrutar de un maravilloso fin de semana romántico para celebrar junto a la persona que más quieres el día de los enamorados.
Aunque muchos tachan el día de San Valentín de fiesta puramente comercial, no les falta razón a aquellos que afirman que hay que acordarse de la media naranja todo el año y no solo el 14 de febrero. No obstante, hay que tener esto es cuenta:
- Es una oportunidad única para realizar un viaje en pleno invierno y anticipar las vacaciones de Semana Santa.
- Los pequeños detalles también marcan la diferencia y, mercantilista o no, a todos gusta al final recibir un regalo esa fecha.
Por todo ello, te proponemos que sustituyas el tradicional ramo de rosas rojas por una escapada a alguno de los destinos europeos que te contamos a continuación.
Roma
La Ciudad Eterna es perfecta para disfrutar de unos días junto a tu pareja mientras descubrís los maravillosos tesoros heredados del Imperio Romano, subís hasta la cúpula de San Pedro del Vaticano para haceros una fotografía con la capital de Italia a vuestros pies, disfrutáis de un maravilloso plato de pasta en alguna trattoria del Barrio de Trastevere o descubrís el secreto de la ciudad en el Jardín de los Naranjos.
Aunque es un destino que generalmente tiene unos precios más altos que otros rincones de la bota italiana, durante esta fecha puede que encima se incrementen algo más, por lo que lo mejor es que, si os decantáis por Roma, cojáis los vuelos y alojamiento con el tiempo suficiente para evitar que se rompa la cartera. Sin embargo, Roma en esa época del año presenta un clima más cálido que otros puntos de Europa, por lo que no te harán falta ni los guantes para disfrutar de un paseo de la mano por Villa Borghese.
Brujas
Las parejas que han viajado hasta Brujas siempre vuelven más enamoradas todavía. Son pocos los viajeros que consiguen quitarse la sonrisa del rostro mientras narran sus aventuras por esta romántica ciudad belga, en la que, más allá de sus canales, en los que se forma la postal perfecta cada atardecer, disfrutan también de una buena gastronomía, destacando los famosos mejillones provenientes del Mar del Norte acompañados de una copa de vino blanco y de las célebres patatas fritas.
Aunque este plan también lo puedes hacer en tu casa, el marco excepcional de Brujas no lo podrás conseguir nunca, ya que se trata de un destino mágico y auténtico como pocos quedan en Europa. Un paseo en barco a vapor por el río Damme es uno de los muchos planes románticos que se pueden hacer en la ciudad, además que también te permitirá descubrir al mismo tiempo todos sus secretos y rincones.
Lisboa
Que los vuelos a Lisboa sean baratos no es lo que hace especial a esta ciudad para escogerla como destino de fin de semana romántico, sino la excursión a la exótica y cercana Sierra de Sintra para visitar sus castillos y palacios, sentarse frente a la Torre de Belém para ver caer el sol mientras se degusta uno de los famosos pasteles de este barrio lisboeta, o perderse en las recónditas calles del Distrito de la Alfama hasta que hayáis perdido la noción del tiempo.
De hecho, esta zona de la capital de Portugal es una de las preferidas de la gran mayoría de viajeros que visitan Lisboa en pareja porque cuenta con coquetos hoteles y apartamentos turísticos que hacen que la estancia sea todavía más especial, además de pequeños restaurantes y cafeterías en las que disfrutar de un desayuno mientras el sol te da en la cara, porque no hay que olvidar que Lisboa es una de las ciudades con más horas de luz al año de toda Europa.
Verona
Hablar de enamorados es hablar de Verona, la ciudad por excelencia del romanticismo. En ella se desarrolla la reconocida novela de William Shakespeare, 'Romeo y Julieta', por lo que siguiendo sus pasos podréis descubrir una de las urbes medievales más fascinantes de Europa.
Una de las visitas imprescindibles es la casa de Julieta, en donde la estatua que representa al personaje es rozada cada día por centenares de manos que buscan reforzar su amor con la ayuda del espíritu shakespeariano que vaga por los rincones de este monumento. Nadie puede irse de este rincón de Italia sin disfrutar en alguno de sus encantadores restaurantes de sus deliciosos risottos, además de reservar un poco de tiempo para subir a la Torre dei Lamberti y disfrutar de la hermosa panorámica.
Venecia
Uno de los tópicos de San Valentín que además se usa como imagen recurrente para publicitar el día de los enamorados es la postal de una góndola por los canales de Venecia. Este es el plan por excelencia que hacen las parejas que visitan esta ciudad italiana que, sin contar con Romeo y Julieta, le hace la competencia a Verona por alzarse con el título de urbe romántica de Italia.
Las casitas de colores de Burano, una isla veneciana, pondrán el toque alegre del día gris que puede amanecer en pleno febrero, además de ser un buen rincón para disfrutar también de una comida o cena junto a la persona que más quieres.
París
Hablar de romanticismo, amor o pareja provoca muchas veces que nos venga a la mente la imagen de París. La capital de Francia es, sin duda, el destino favorito de la gran mayoría de parejas durante San Valentín, aunque es un viaje recurrente reservado para muy pocos, puesto que la disponibilidad es muy ajustada y los precios igual de alto que la Torre Eiffel.
Sin embargo, es una experiencia inolvidable disfrutar de el día de los enamorados en la que es considerada por muchos la ciudad del amor, aunque lo que sí es verdaderamente es la de la luz, un título que nadie puede robarle. París en San Valentín es un cliché clásico pero fundamental en esta fecha.
Budapest
Puede que el frío de Budapest en pleno mes de febrero sea una de las razones que eche para atrás a muchas parejas que estén buscando destino para San Valentín. A pesar de ello, merece la pena meter una buena bufanda en la maleta, guantes y gorro para pasear por la perla del Danubio, una de las ciudades más encantadoras de toda Europa que todavía conserva su auténtico ambiente al no contar contar con aglomeraciones turísticas.
Un paseo a bordo de un crucero por el río, impresionarse por la majestuosidad de su parlamento o relajarse en las aguas termales de sus míticos balnearios harán que no podáis olvidar este viaje a la capital de Hungría.
Praga
Los que la visitan dicen que es una ciudad de cuento, y en los cuentos siempre hay mucho amor y las historias acaban con perdices, por lo que la capital de República Checa no podía faltar en nuestra lista de mejores destinos europeos para celebrar San Valentín.
El casco histórico de Praga está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, aunque seguramente los enamorados buscan algo más que recorrer la larga historia de la ciudad visitando sus monumentos. Uno de los paseos más especiales es por el Monte de Petín, donde se encuentra la estatua del poeta romántico Karel Hynek Mácha. Si dejas una flor en ella, tu pareja te amará para siempre, o eso cuenta esta leyenda que ha servido para conocer a este rincón de la ciudad como "la colina de los enamorados".
Salamanca
Si antes decíamos que Verona es la ciudad de los enamorados por excelencia, en España existe otra que responde al mismo ideal romántico: Salamanca. La historia de 'La Celestina', que se centra en la tragicomedia de Calixto y Melibea, puede que esté ambientada en este punto la Región Leonesa, aunque no hay datos concretos que lo demuestren. Sin embargo, el jardín en el que se desarrolla parte de la trama está recreado en la ciudad del río Tormes, acudiendo cada día hasta él centenares de turistas que tratan de seguir el espíritu enamoradizo de esta famosa pareja de la literatura española mientras pasean entre arbusto y flores silvestres que adornan este huerto histórico localizado al pie de la antigua muralla salmantina.
Visitar este monumento es un plan perfecto para San Valentín, aunque ya que estáis en Salamanca también tenéis que acercaros hasta la Universidad, la catedral, la Plaza Mayor o disfrutar de los pinchos y tapas de los bares locales.
Granada
¿Alguna vez has pensado llevar a tu pareja con los ojos tapados por tus manos hasta el Mirador de San Nicolás y, una vez allí, mostrarle el maravilloso atardecer que se contempla de la Alhambra y Sierra Nevada de fondo? Esta panorámica es una de las más espectaculares del país y se suele ver acompañada por el canto y las guitarras de las gentes del lugar. Aunque es un rincón bastante frecuentado por los turistas, es obligatorio pasar por él, sobre todo en San Valentín.
Pasear y perderse por las callejuelas del Albaicín, acceder al interior de los palacios de la colina granadina o dejarse llevar por la esencia natural de los jardines y fuentes del Generalife marcan el resto de detalles de este inolvidable viaje al pasado nazarí del sur de España.