Este increíble barrio se encuentra ubicado al sur de la Île de la Cité, en los distritos V y VI. Si duda alguna, es uno de los lugares más animados de la ciudad donde la activdad está presente tanto de día como de noche. Hay que saber que sus origenes se remontan a la época Medieval, debido a una universidad fundadada a mediados del siglo XIII: la Universidad de la Sorbona. Gracias al intercambio cultural que provocó este hecho, el Barrio Latino es uno de los más caros a la hora de vivir en París, pero también de los barrios más ilustres de la ciudad donde parisinos y turistas se mezclan entre sus callejuelas.
Además, de restaurantes y bares, también encontrarás varias iglesias, jardines y museos, como el Museo de Cluny -Museo Nacional de la Edad Media-. Pasear por el Barrio Latino es trasladarse al pasado de un solo plumazo. Al atravesar la Plaza de Saint Michel, donde hay una enorme fuente en la que está esculpido la figura de San Miguel luchando con un dragón comienza el denominado Barrio Latino.
Qué ver en barrio latino
El Barrio Latino se sitúa junto al río Sena y la Catedral de Notre Dame, que es desde donde se iniciará la ruta por este increíble lugar. Se puede entrar al Barrio Latino por el Petit Pont donde se sitúa la zona de Saint Michel para recorrer la Rue de la Huchette. Un lugar donde los restaurantes siempre están repletos de gente y hay muy buen ambiente tanto de día como de noche.
Tras este viaje intercultural, lo próximo que ver en la visita es la Universidad de la Sorbona, no sin antes visitar la Iglesia de Saint Severín. El Museo Cluny, es otra de las paradas obligatorias, donde se puede ver una de las mejores colecciones de arte medieval del mundo. En la parte trasera, ya se verá la Universidad de la Sorbona donde hay un jardín pequeño en el que se encuentra una escultura dedicada a Montaigne.
Tampoco puede faltar la visita al Panteón, un edificio de lo más imponente y lleno de arte. Es una iglesia de estilo neoclásico construida en la segunda mitad del siglo XVIII. Se encuentra rodeado por el ayuntamiento del V distrito, el Henri-IV, la iglesia Saint Étienne du Mont, la biblioteca de Santa Genoveva, entre otros de los lugares más característicos del Barrio Latino.
Continuando la ruta por rue Sufflot se llegará los Jardines de Luxemburgo, donde se encuentra también el palacio que da honor a este nombre. Después el punto de descanso puede ser la Iglesia de Saint Sulpice. Una capilla donde se pueden ver dos murales de Delacroix. La visita por el Barrio Latino termina en la iglesia de Saint Sulpice, que se encuentra en 2 Rue Palatine.
Qué hacer en la visita
Durante el día se puede hacer una ruta de lo más completa probando la gastronomía de los diferentes restaurantes y comercios que hay donde venden dulces de lo más apetecibles. Los puestecitos de crepes y gofres no pueden faltar en esta visita. Asimismo, los cafés más demandados de la ciudad se encuentran en el Barrio Latino.
Por la noche, se transforma en un ambiente de lo más festivo con discotecas y pubs para todo tipo de gustos. En Saint Germain, el turista puede vivir desde dentro algunas de sus fiestas deportivas más conocidas donde los parisinos hacen acto de presencia cada noche.
Dónde comer en el barrio latino
Hay una gran variedad gastronómica y a su vez precios de lo más asequibles y económicos. Por eso hacer parada en este barrio siempre es una buena opción. Entre sus acogedoras y bohemias callejuelas hay restaurantes de todo tipo donde se podrá comer desde un kevap griego o una founde de queso francesa. Lo mejor de todo es que hay menús 'low cost' y la calidad está muy bien.
Uno de los lugares donde hacer parada obligatoria para comer una buena pizza es en el restaurante Pizzeria Arrivederci, situado en 47 Rue Gay Lussac. Un local de lo más acogedor a precios increíbles, por no hablar del sabor de su comida. De la comida italiana pasamos a a comida americana, en el restaurante Joe Burguer que se encuentra en la calle 49 Rue Descartes. El trato es impecable y el precio de lo más asequible.
En una ruta por París, no pueden faltar los clásicos crepes, para ello en la calle Rue Mouffetard 44 hacen los mejores y hay infinidad de ingredientes. Otra de las paradas ogligatorias es Savannah Cafe. Un entrañable local en Rue Descartes 27 que te enamorará y sobre todo te dejará un buen sabor de boca graciasa a sus platos. Una fusión de tradición que se mezcla con el toque bohemio del lugar y no deja indiferente a nadie.