El turismo por Europa no para de aumentar. Una gran parte de esto se debe a su gran riqueza cultural, pero la otra radica en las buenas ofertas económicas que se pueden encontrar, gracias a su cercanía. De esta manera, hay una ciudad que aporta ambas cosas, siendo una de las protagonistas a la hora de hacer una escapada: Bruselas.
La capital de Bélgica tiene todo tipo de cosas para ver, y los vuelos son de los más baratos en comparación a otras ciudades. Además, el alojamiento no suele ser bastante caro, siempre que se busque bien. También, esta metrópoli cuenta con un buen transporte público, una gastronomía aclamada que destaca por su chocolate y cerveza, y un gran contraste, pues en el Barrio Europeo se puede ver una de sus mayores atracciones: el Parlamento Europeo.
Sabiendo todo esto, ¿quién se puede resistir a un viaje al país de Tintín? No lo dudes más y reserva ya tu aventura. Además, para que todo sea más fácil, continúa leyendo este artículo para tener claro qué no te puedes perder en tu visita a Bruselas. Y, sobre todo, ¡pásalo bien!
Qué ver en Bruselas
La ciudad de Bruselas es la capital de Bélgica, y la principal sede administrativa de la Unión Europea. Sus dos lenguas oficiales son el francés y el neerlandés, por lo que es común que las calles estén en esos idiomas. Aún así, la gran mayoría de la población habla inglés, además de resaltar por su amabilidad, por lo que los idiomas no serán un problema.
Bruselas cuenta con un gran patrimonio arquitectónico, una gran cantidad de museos, jardines, y dos de los símbolos más conocidos a nivel internacional: el Manneken Pis y el Atomium. También alberga el Castillo de Laeken, residencia de los Reyes de Bélgica, el Rey Felipe y la Reina Matilde. Además, también se puede visitar la Grand Place, el Palacio del Cincuentenario o el Palacio de Justicia, entre otros.
Manneken Pis
El Manneken Pis es una estatua de bronce, que mide 65.5 centímetros y que está situada en el centro histórico de la ciudad. En él, se representa a un niño desnudo orinando en un cuenco de la fuente, algo que ha hecho que se convierta en una auténtica atracción turística e, incluso, uno de los símbolos de la ciudad.
Aunque la original fue robada, y la que alberga actualmente es de 1619, se encuentra muy protegida. Tras esta estatua existen multitud de leyendas, como que el niño ayudó con su gesto a apagar un fuego, o que se trataba de un pequeño perdido al que encontraron riendo mientras hacía una travesura. Aunque no se sabe exactamente su origen, cada turista puede quedarse con su historia favorita.
Además, ocasionalmente la estatua es disfrazada, algunas veces para honrar a una determinada profesión y otras por fechas señalada. Sus trajes se conservan en el Museo de la Villa de Bruselas, que incluye más de 800 ropajes. Para terminar, no te olvides pasar por su variante femenina, Jeanneke Pis, muy cerca de los bares más famosos de la ciudad.
Atomium
Imperdible para cualquier turista. El Atomium ya fue diseñado como símbolo, y así fue el pabellón principal de la Exposición Universal de Bruselas de 1958. Gracias a su enorme altura, 102 metros, este átomo se ha convertido en la estampa principal de la ciudad, y los visitantes acuden a apreciar su magnitud y hacerse muchas fotos. Aunque, eso sí, siempre desde lejos si se quiere que el monumento salga entero.
En el interior de sus esferas hay exposiciones, de carácter tanto permanente como temporal. Además, en la esfera superior hay un restaurante en el que se puede disfrutar de unas preciosas vistas. Por último, no olvides disfrutar de los jardines de su alrededor. Desde luego, un placer caminar por sus senderos.
Grand Place
Una de las joyas de la ciudad. Esta plaza se sitúa como centro de la metrópoli, y es una de las más bonitas de Europa, formando parte del conjunto arquitectónico del siglo XVII más impresionante de Bélgica. Es internacionalmente conocida por su riqueza ornamental, y es que está rodeada por las distintas casas de los gremios, el increíble ayuntamiento y la Casa del Rey.
En ella han ocurrido todo tipo de sucesos, por lo que la historia que alberga es digna de saber. Desgraciadamente, en 1695, los cañones del ejército francés destruyeron gran parte de los edificios, que tuvieron que ser reconstruidos posteriormente.
La plaza acoge de manera habitual muchos acontecimientos, tanto festivos como culturales. Además, en agosto de cada año para, en su centro se crea una gran alfombra de flores, ideal para la recreación. Sentarte en uno de sus bares y ser testigo del paisaje es una de las cosas a apuntar en la lista.
Parque del Cincuentenario
El Parque del Cincuentenario, también llamado Parque del Jubileo, es un gran parte público muy cerca del Barrio Europeo. Su Palacio es lo más llamativo a nivel arquitectónico gracias al arco del triunfo, que consta de una cuadriga de bronce en lo alto. Este fue construido para celebrar los 50 años del nacimiento de Bélgica como nación independiente.
Así, acoge a tres museos: el Museo de Historia Militar, el Museo del Cincuentenario y Autoworld, ideal para los amantes de los coches, ya que se exponen de todas las épocas.
Catedral de Bruselas
Su nombre oficial es Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, y es uno de los monumentos más importantes de la ciudad, debido a su carácter religioso. De estilo gótico, se data que su construcción comenzó a principios del siglo XIII, aunque no se terminó hasta dos siglos después. Gracias a diferentes restauraciones, su estado de conservación es muy bueno.
La catedral se encuentra muy cerca del centro de la ciudad, y su horario es amplio, por lo que es una visita recomendada. A pesar de que su interior es algo más austero de lo que debería por diferentes saqueos, merece la pena verla y saber más sobre su historia.
Galerías Saint Hubert
Estas galerías comerciales fueron las primeras de Europa, algo que les da mucha importancia para que se hayan convertido en imprescindibles en el recorrido. Con unos 200 metros de largo, en ellas se podrán observar muchos escaparates perfectamente decorados, tiendas de chocolatería, joyas o moda.
Están divididas en tres zonas: la Galería de la Reina, la Galería del Rey y la de los Príncipes. Este lugar era un perfecto punto de encuentro para artistas, que encontraban inspiración paseando entre ellas, e intelectuales, que se reunían en un lugar tranquilo, alejado del ajetreo de la ciudad.
Otros puntos de interés
Bruselas tiene muchos puntos por descubrir, y en cada visita se ve algo que en la anterior no se había apreciado. Por ello, existen aún muchos más lugares en los que pararse a conocer:
- Palacio de Justicia : Sede de los tribunales de justicia en Bélgica. El edificio es visible en casi toda la ciudad gracias a su enorme tamaño, y su interior es accesible al público.
- Palacio Real : Sede de la monarquía constitucional belga, aunque los Reyes ya no residen en él. Se encuentra junto al Parque de Bruselas, para poder contemplarlo mientras disfrutas de la naturaleza.
- Mini Europe : Este parque posee más de 300 maquetas hechas a escala 1/25 que representan algunos monumentos de la Unión Europea.
- Basílica del Sagrado Corazón : A pesar de encontrarse apartada, merece la pena su visita. Es una joya arquitectónica del siglo XX, y además es la quinta iglesia más grande del mundo.