El Principado de Andorra en el Pirineo es un país al que acuden normalmente los amantes del invierno en busca de la nieve, pero lo mejor de todo es que durante el resto del año sigue enamorando a los turistas por la sorprendente cantidad de patrimonio artístico y cultural que posee, así como la belleza de sus increíbles paisajes y pueblos al más puro estilo románico que cuentan con un encanto único que ofrecer a sus visitantes. Por ello, elegir Andorra como el próximo destino vacacional no será tan difícil sí se conocen las paradas obligatorias con mayor interés que se harán durante el viaje. Aunque si se hace un viaje de solo dos o tres días de duración, será más difícil elegir qué lugares serán de parada obligatoria y cuáles tendrán que ser descartados.
Andorra la Vella
Aproximadamente son unos 8 millones de turistas que viajan hasta el Principado de Andorra para disfrutar de las actividades de montaña y, cómo no podía faltar, de las compras. El lugar ideal para esto último es la capital del pequeño principado, Andorra la Vella, dónde tradicionalmente se realizan las compras de todo tipo de artículos que suelen ser más baratos. Siendo la Avenida de Meritxell, la calle central, el lugar perfecto. Esto se debe a que es una calle de más de 10 kilómetros de recorrido que está ocupada por 1.500 tiendas y varios centros comerciales. Pero dejando a un lado las compras, Andorra la Vella también tiene muchos rincones que merecen ser vistos una vez en la vida.
El río Valira, que atraviesa toda Andorra la Vella, es un río que goza de tener abundante agua durante todo el año. Sus márgenes se han acondicionado con espacios para que las personas puedan disfrutar de un agradable paseo bajo las ramas de cerezo, todo un espectáculo durante la primavera, puesto que están preciosas y llenos de flores. Junto al río está la Oficina de Turismo central, en la que podrás informarte de todo lo que necesites tanto de la ciudad como del Principado de Andorra. Y junto a sus puertas se encontrará uno de los primeros puntos de interés que tiene Andorra la Vella, el reloj blando de Dalí.
Otro de los puntos de interés durante el viaje por la capital es la Casa de La Vall, antigua sede del parlamento de Andorra. El edificio fue construido en 1580 y tiene una estructura muy similar a las masías catalanas, está hecho de piedra y en su fachada muestra dos escudos de Andorra: el antiguo y el actual. Además, cerca de la Casa de La Vall se encuentra la Iglesia de Sant Esteve, otra joya del centro histórico de Andorra. La iglesia fue construida en el siglo XII al más puro estilo románico, aunque tuvo que ser muy restaurada por culpa del paso de los años.
Y después de la visita a dos edificios con un gran significado histórico, se puede poner rumbo a ver la ' Escultura 7 Poetas ', un conjunto original de esculturas de dos metros situadas en lo alto de mástiles de 10 metros. Lo más característico es que son siete porque en Andorra hay también siete parroquias.
La Massana
El pico más alto de todo el país se encuentra aquí en La Massana, el Monte de Comapedrosa, con sus 2.943 metros de altitud. Los lugares de visita obligatoria en este distrito andorrano son el Puente de Sant Antoni de la Grella, el casco urbano de La Massana y las localidades de Sispony, con la Iglesia de Sant Joan y la Casa Rulli. Aunque normalmente la mayor parte del turismo se suele concentrar en invierno, ya que la estación de esquí de Vallnord recibe miles de visitantes gracias a sus numerosos kilómetros repletos de pistas para disfrutar del deporte de invierno. Y durante el verano esta estación de esquí cambia estos deportes por una gran variedad de actividades como el ciclismo de montaña, raids 4x4 o parques infantiles.
Pero sin duda alguna, la joya de la corona en el turismo de La Massana es el museo Forja de Rossell, aunque también cuenta con varias iglesias románicas, incluyendo la de Sant Cristòfol d'Anyós y Sant Climent de Pal. Y no es todo, ya que en el pueblo también cuentan con un Centro de Interpretación Romano donde los visitantes pueden disfrutar de una guía educativa.
Ordino
Y si se visita La Massana, no puede faltar en este viaje conocer los lugares y pueblos que esconde Ordino. Con una extensión de unos 85 kilómetros cuadrados, posee hermosos paisajes y bosques que dejarán a más de uno con ganas de adentrarse en plena naturaleza. Ordino se divide en ocho localidades: Ordino capital, El Serrat, Llorts, La Cortinada, Arans, Ansalonga, Sornàs y Segudet. En todas ellas hay todo tipo de ofertas turísticas que respetan los valores del entorno natural, la tradición y las costumbres de la vida rural.
Entre su patrimonio artístico se destacan las casas solariegas del Museo d'Areny Plandolit y la Casa de Rosell. Además de que el estilo románico está muy presenta en cada calle de Ordino, ya que cuenta con múltiples edificaciones monumentales de este estilo como la Iglesia de Sant Martín de la Cortinada, con sus pinturas murales, y la Iglesia de Sant Conerli o Sant Cebrià, que están datadas de la época medieval. Otros de los lugares interesantes y de visita más que obligatoria son el Parque Natural de Vall de Sorteny, el Jardín Botánico y el Auditorio Nacional de Música de Andorra.
Otros atractivos de Andorra
Además de las localidades mencionadas, el principiado del Pirineo también tiene distintos puntos interesantes que ofrecen un gran número de atractivos y lugares que serán casi obligatorias en el viaje como Encamp, Escaldes-Engordany, Canillo y Sant Julià de Lòria. En estas localidades encontraremos un entorno natural envidiable y con innumerables parajes de gran belleza. El lago de Englosasters o el Puente de la Margineda son uno de los más claros ejemplos que obligarían a cualquier amante del turismo a parar en estas localidades. Sin contar con el buen número de museos como el Museo nacional el Automóvil, en Encamp; el Museo de la Moto, en Canillo; o el Museo del Arte Sacro, también en Encamp.