El Síndrome de Stendhal no está reservado únicamente para Florencia. En el mundo, existen muchos rincones que te atrapan y no te dejan escapar, cuya magia se hace presente en cada rincón, cada calle, cada comercio, cada fachada, y hechiza a todo el que se dejar ver por allí para que se vea obligado a repetir, una y otra vez. Incluso, muchos llegan a cambiar de residencia para sentir todo este cúmulo de sensaciones cada día, y una simple frase es suficiente para llegar a este punto. " La verdad que este barrio es especial, tiene mucho encanto ", es lo que se escucha cada día en el Barrio de las Letras de Madrid.
Situado en plena almendra madrileña, buena parte de las calles del Barrio de las Letras todavía pueden presumir de ser algunas de las más tranquilas del centro, en las que el silencio acompaña a determinadas horas del día a los curiosos que pasean por ellas en busca de los secretos que esconde. Hogar de escritores y artistas durante siglos, sus musas todavía susurran en muchas viviendas y locales, lo que dota a este rincón de un ambiente bohemio cuyos vecinos no solo miman y cuidan cada día, sino también muestran con naturalidad a todo el que se acerca a visitarles.
¿Por qué se llama Barrio de Las Letras?
El Barrio de las Letras recibe esta denominación de forma popular, porque oficialmente esta zona de Madrid pertenece al distrito Centro. Sin embargo, durante los siglos XVI y XVII se juntaron en las calles que conforman toda esta zona los artistas de la pluma y la tinta más importantes de la literatura española. Miguel de Cervantes, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo y Lope de Vega son algunos de los escritores que se refugiaron en alguna de sus viviendas y desde donde dieron forma a muchas de sus obras.
Mientras paseas por el barrio, no solo tienes que levantar la vista para contemplar las fachadas de los edificios que te vas encontrando, sino que también tendrás que bajarla para leer las diferentes frases o versos de estos artistas de la prosa, la dramaturgia o la poseía que se encuentran distribuidos por el suelo de todas sus calles. Sin duda, una fantástica iniciativa con la que, al mismo tiempo, recordar y dar a conocer los fragmentos más famosos de los grandes tesoros de la lengua castellana.
Paseando por el Barrio de las Letras
Las calles de la Cruz y Atocha, el Paseo del Prado, la Plaza de Jacinto Benavente y la Carrera de San Jerónimo delimitan el Barrio de las Letras. Después de haber disfrutado de una de las muchas exposiciones que se celebran en el CaixaForum, los turistas comienzan el paseo por el barrio tomando la Calle de Almadén. Juanjo y Julián les saludan desde el escaparate de su floristería, El Florista, en la que las peonías, las gerberas o los tulipanes amarillos conviven en armonía con las plantas de jardín y, a veces, hasta con exposiciones artísticas. Entre ramo y ramo, también hay espacio para ubicar a los visitantes, contándoles todo lo que tienen que ver.
Caixa Forum
El jardín vertical que se sitúa en la explanada del edificio es, de por sí, una atracción más de esta sala de exposiciones. El CaixaForum se ubica en un edificio de ladrillo que fue levantado para acoger la sede de la Central Eléctrica del Mediodía. Su interior fue totalmente reformado y sus formas llegan a recordar a las del propio Guggenheim de Bilbao, como su escalera central. No hay que perder de vista sus actividades, porque siempre superan las expectativas.
Sociedad Cervantina
En la Calle Atocha 87 se encuentra el antiguo Hospital de Nuestra Señora del Carmen, actualmente sede de la Sociedad Cervantina. En este mismo punto se encontraba la imprenta de María de Quiñones y Juan de la Cuesta, la más importante del Siglo de Oro y desde la que salió precisamente la primera edición de El Quijote en 1605, así como obras de Lope de Vega o Tirso de Molina. Esta asociación ha recuperado el taller de impresión instalando una réplica exacta del original del siglo XVII, amenizando la visita con explicaciones del mundo quijotesco. La visita se concierta con cita previa, pero es altamente recomendable.
Real Academia de Historia
Que el Barrio de las Letras sea reflejo de cultura no se debe únicamente a los escritores que vivieron aquí, sino también a instituciones como la Real Academia de Historia, que tiene una de sus sedes en la Casa del Nuevo Rezado. Ubicada en la Calle del León 21, se trata de un edifico neoclásico proyectado por Villanueva, del siglo XVIII, y actualmente ostenta la declaración de Bien de Interés Cultural, por lo que bien merece contemplar su sobria arquitectura exterior.
Convento de las Trinitarias Descalzas
Uno de los edificios históricos por excelencia del Barrio de las Letras es el Convento de las Trinitarias Descalzas. Su arquitectura barroca y ladrillo recuerda a la del Madrid más castizo y antiguo, aunque lo cierto es que los visitantes peregrinan hasta él para visitar el lugar en el que está enterrado Miguel de Cervantes, el escritor bandera de la literatura española. Aquí decidió que se le enterrara y en 2015 se recuperó de la cripta tras varios estudios unos huesos que se correspondían a los suyos, lo que dio la vuelta al mundo. La tumba se encuentra en la iglesia del mismo convento, que se puede visitar libremente.
Casa-Museo Lope de Vega
El urbanismo, ese gran enemigo del patrimonio cultural, acabó durante los siglos XIX y XX con las viviendas en las que los artistas del Barrio de las Letras habían habitado. Sin embargo, sobrevivió una, la de Lope de Vega, que se convirtió en Casa-Museo y fue distinguida como Monumento Nacional.
Situada en el número 11 de la Calle Cervantes, en ella vivió los últimos 25 años de su vida junto a su segunda mujer, Juana Guardo, y sus diferentes estancias, restauradas hasta en tres ocasiones, ofrecen una visión muy cuidada de cómo era la vida en el siglo XVII. La visita se hace en grupos muy reducidos, por lo que conviene reservar la entrada con tiempo.
Ateneo de Madrid
El paseo continúa por la Calle del Prado, donde los turistas se paran en el número 21. Aquí se encuentra el Ateneo, fundado en 1835. La vida, cultural y social del Madrid del siglo XIX y parte del XX no se entendería sin esta institución de la que han formado parte presidentes del gobierno de España, Premios Nobel y artistas de las generaciones del 98, del 14 y del 27. Una discreta fachada neoclásica da cobijo a todo este cerebro, en el que se celebran exposiciones, coloquios o tertulias, sin olvidar el Café en el que hacer un alto y debatir sobre lo escuchado o contemplado.
Iglesia de San Sebastián
En la Calle Atocha 39 hay que visitar la Iglesia de San Sebastián. Por todos conocida por albergar los restos de Lope de Vega, su importancia histórica va más allá. Aquí se casaron autores como Bécquer y Larra y fueron bautizados en su pila Tirso de Molina, Leandro Fernández de Moratín, Jacinto Benavente o José de Echegaray. El cementerio de la parroquia estaba situado detrás del edificio, y sobre él se construyó después una floristería y vivero, ' Jardín del Ángel ', cuya historia se remontaba a 1889. De hecho, este negocio fue mencionado por Benito Pérez Galdós en su novela 'Misericordia'.
Callejón del Gato
Parte de la trama de 'Luces de Bohemia', la obra de teatro por excelencia de Valle-Inclán, se desarrolla en el Barrio de las Letras. De hecho, en en el coloquialmente conocido como Callejón del Gato se encuentra la catedral del esperpento, como así la definió el propio autor. En el número 3, el Bar Las Bravas todavía tiene en su fachada los espejos cóncavos y convexos que deforman la realidad de los transeúntes, al igual que deformaban a Max Estrella y Don Latino en la escena XII. Una ruta que recorre el Madrid de Valle-Inclán cada 'Noche de los Teatros' pasa por esta calle con actores que interpretan el momento.
Paradas en la ruta por el barrio
Antes de abandonar el Barrio de las Letras, tienes que hacer paradas en algunos de sus bohemios y curiosos locales. Los anticuarios y galerías de arte son algunos de los comercios que más han proliferado en los últimos años, custodiando auténticas obras de arte. Esta cultura y tradición es la causante de la celebración de 'DecorAcción', la verdadera fiesta del barrio que reúne a decoradores, arquitectos y diseñadores que durante cuatro días de junio en los que sacan sus tesoros a las calles en forma de mercadillo, mientras que el resto de negocios decoran sus escaparates y fachadas para la ocasión.
Sobre las cafeterías o restaurantes del Barrio de las Letras, ' Matilda' presenta un menú diario espectacular que se disfruta en un ambiente muy hogareño. Por su parte, los fines de semana hay que pasar por 'Ganz' y saborear su delicioso brunch, con el que casi no querrás comer el resto del día. Sin embargo, siempre queda hueco para el dulce, refugiándose sus seguidores en 'Motteau', una pastelería de autor francés cuya tarta de limón les deja sin palabras. De los más reciente, la recuperación de una antigua ferretería en la Calle Atocha, reconvertida en un restaurante en el que vivir una experiencia gastronómica inolvidable.