Dice una famosa canción que las tardes de invierno por Madrid siempre se recuerdan, pero se les olvidó añadir que también las de primavera. Es el momento en que los días comienzan a ser más largos, el frío va dando paso poco a poco al calor que abrasará de nuevo el asfalto de las calles y la gente guarda la manta del sofá para salir y conquistar las terrazas de bares y azoteas. Además, y aunque Madrid es una gran ciudad, también cuenta con sitios en los que poder sentir los cambios propios de la naturaleza durante esta estación, como la floración de los cerezos, almendros o rosales, por lo que no es necesario que planifiques una escapada a la sierra norte de la comunidad para poder vivirlos. Si quieres disfrutar al máximo de la primavera en Madrid, te contamos a continuación los mejores sitios de la capital a los que tienes que ir.
1Parque de la Quinta de los Molinos
Aunque no está situado en pleno centro de la ciudad, el Parque de la Quinta de los Molinos es un imprescindible al que peregrinan cada año los madrileños durante la primavera. Para aquellos que no tienen la posibilidad de desplazarse hasta el Valle del Jerte, o incluso hasta Japón, para disfrutar de la floración de los cerezos, encuentran en este parque madrileño una experiencia similar. En esta finca hay una de las colonias de almendros, cuyas flores son muy similares a las de sus hermanos cerezos, más importantes de la capital, formando una postal mágica a comienzos de la primavera, cuando están en su máximo apogeo de belleza.
Aunque es un parque que muy poca gente conoce por estar situado en el distrito de San Blas-Canillejas, uno de los aledaños a la almendra central, a todos sorprende cuando lo visitan, aunque sea fuera del período de floración de los almendros.
Cómo llegar a la Quinta de los Molinos
Solamente se puede acceder a él a través de alguna de las tres puertas que tiene, siendo la parada de metro Suanzes la más cercana en la que bajarse para acceder por la entrada principal, situada en el número 527 de la Calle Alcalá. Es un parque en el que nadie se aburre, con secretos tan fascinantes como un molino, estanque con patos y fuentes. Aunque la tapia de ladrillo que rodea al parque está repleta de grafitis, el interior es belleza pura. Como dato final, este parque está considerado como histórico y es Bien de Interés Cultural.
2Parque de El Retiro
Un imprescindible en Madrid durante cualquier época del año es el Parque de El Retiro, aunque durante los meses primaverales está más espectacular que nunca. Por todos conocido, es uno de los rincones de paso obligado cuando se visita Madrid, ya que es el pulmón verde por excelencia de la capital. Además, su emplazamiento junto al Museo Nacional del Prado y otros centros de ciencia y arte pueden postular a declarar la zona como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, título que bien merece. Algunos acuden hasta él para fotografiarse junto a su mágico Palacio de Cristal, otros para montarse en las barcas del estanque o les hay que hacen un picnic a la sombra de alguno de sus centenarios árboles, pero todos recorren cada uno de sus rincones.
Mientras paseas por El Retiro, te encontrarás con muchas terrazas y puestos de bebida y comida en los que puedes sentarte a disfrutar del sol. Uno de los puntos que más gustan durante esta estación es La Rosaleda, en la que se puede sentir el perfume de las cientos de rosas que florecen durante los meses primaverales. Otro de los atractivos que más encanto presenta es el lago de la Casita del Pescador, que fue ordenada ser construida por Fernando VII y es un edificio de lo más pintoresco que flota sobre el agua. Para poder contemplar la belleza de este parque en toda su magnitud, desde abril de 2018 se puede subir hasta el mirador del Monumento a Alfonso XII que preside el estanque principal, observando desde los pies del caballo todo el parque, aunque hay lista de espera para poder disfrutar de esta experiencia.
3La Rosaleda del Parque del Oeste
Aunque la rosaleda del Parque de El Retiro es una auténtica maravilla en la que dejarse llevar por el sentido del olfato, lo cierto es que la del Parque del Oeste es todavía más impresionante. También conocida como Jardín de la Rosaleda de Madrid, en él florecen cada primavera más de 20.000 rosas pertenecientes a 600 variedades diferentes, algo único en todo el mundo. De hecho, la Word Federation of Rose Societies la incluyó en 2006 dentro de la categoría de Award of Garden Excellence, en la que también se encuentran las rosaledas barcelonesas del Parque Cervantes y de los jardines del Teatre Grec.
La rosaleda madrileña fue diseñada en 1956 por Ramón Ortiz, creando un espacio único que nadie puede perderse, especialmente en primavera. El verano también es un buen momento para pasear por ella, ya que cuenta con algunos estanques que le aportan frescor al ambiente, aunque no hay tantas rosas como durante los meses de abril o mayo, los mejores para visitar este rincón de la capital. Además, no hay excusa para acercarse hasta ella porque se encuentra muy próxima a puntos tan emblemática de la capital como la Plaza de España, la Estación de Príncipe Pío o el Templo de Debod, otro de los lugares por los que también puedes pasar si quieres sentir la primavera en primera persona o disfrutar de un precioso atardecer con la Catedral de La Almudena escondiéndose en el ocaso.
4Parque de las Siete Tetas
Hablando de atardeceres, es cierto que el del Templo de Debod es uno de los más famosos, especialmente entre los turistas, pero quien quiera disfrutar de los últimos rayos de sol del día en un lugar más tranquilo y reservado a los auténticos madrileños, el Parque de las Siete Tetas es la solución. Se encuentra situado en el distrito de Vallecas y su nombre oficial es Cerro del Tío Pío, pero la forma que presentan sus colinas le han llevado a ganarse este sobrenombre, hasta el punto de que muchos no le conocen de otra forma que no sea esta. La panorámica que ofrece de la capital es una de las más mágicas y románticas que se pueden encontrar, ya que se observan muchos de sus edificios más emblemáticos, como el Pirulí, las cuatro torres Business Area o las Torres Kio de Plaza de Castilla.
Cómo llegar al Parque de las Siete Tetas
Para llegar hasta el Parque de las Siete Tetas, hay que coger la línea 1 de metro y bajarse en la estación de Portazgo, siendo la más cercana de todas. Todas las colinas en su conjunto servían de escombrera de Madrid, hasta que se decidió dar una salida a esta excelente ubicación, creando este maravilloso parque al que peregrinan en primavera muchos madrileños para disfrutar de una tarde de sol. Cuenta con un bar en el que poder tomar una refrescante cerveza o refresco, además de un buen mirador en el que muchos fotógrafos profesionales y aficionados se reúnen para captar la mejor panorámica de la ciudad. Por otra parta, también es un lugar idóneo para poder pasear con tu perro, puesto que muchos se reúnen aquí con sus mascotas durante los días de buen tiempo.
5Pradera de San Isidro
El último rincón que os proponemos para disfrutar de la primavera en Madrid es la Pradera de San Isidro. Se trata de uno de los rincones más frecuentes por los madrileños durante el mes de mayo, especialmente el día 15, cuando la ciudad está de fiesta por la celebración de su patrón, San Isidro Labrador. Se trata de una de las grandes e históricas zonas verdes de la capital española, ya que hasta el propio Francisco de Goya o el italiano Giuseppe Canella han plasmado en sus cuadros este rincón de la ciudad.
Situada en el margen oeste del río Manzanares, en el distrito de Carabanchel, en ella se encuentra la Ermita de San Isidro, una de las tres únicas que sobreviven en Madrid. En sus alrededores se celebra la romería del santo patrón, acudiendo los madrileños hasta la fuente para beber el agua milagrosa que, según cuenta la tradición, curó de una enfermedad al propio Felipe II, gracias a lo cual su madre, la Emperatriz Isabel, construyó la primera ermita de San Isidro, siendo la actual del siglo XVIII.
Cómo llegar a la Pradera de San Isidro
La estación de metro de la línea 5 de Marqués de Vadillo es la más cercana para acudir a la Pradera de San Isidro, junto con las líneas 25 y 50 de autobuses de la EMT. Aunque el día 15 de mayo es el mejor momento para acercarse hasta ella, porque es cuando está repleta de gente conciertos y puestos de ferias, lo cierto es que es un parque que se puede disfrutar también durante el resto de la primavera. Todo esto es lo que puedes encontrar y hacer durante todo del año:
- Cuenta con fuentes ornamentales, estanques y charcas.
- Tiene un carril bici para poder descubrir cada rincón de sus 35 hectáreas pedaleando.
- Del mismo modo, es un buen lugar para planificar una jornada de picnic a la sombra de uno de sus muchos pinos y sobre el mullido césped que inunda toda su extensión.